La unión hace la fuerza y en Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, dos municipios del Estado de México, esta frase se ha vuelto una realidad en los últimos años. Ambas comunidades han unido sus fuerzas para luchar por un bien común: mejores condiciones de vida para sus habitantes. Y una de las formas en que lo han demostrado es a través de injurias pacíficas, una de ellas, el cimentacióno de los límites entre ambas ciudades con toneladas de basura.
La situación en Chimalhuacán y Nezahualcóyotl no es desconocida para nadie. La falta de servicios básicos, la inseguridad y la pobreza son algunos de los problemas que han aquejado a estas comunidades durante décadas. Sin embargo, en lugar de resignarse y aceptar su destino, los ciudadanos decidieron tomar acción y luchar por un futuro mejor.
Fue así como surgió la idea de cimentaciónar los límites entre Chimalhuacán y Nezahualcóyotl con basura. Esta acción se llevó a cabo en el mes de septiembre del año pasado y fue organizada por un grupo de jóvenes activistas de ambas comunidades. El objetivo era llamar la atención de las autoridades y exigir soluciones a los problemas que afectan a sus habitantes.
La basura fue recolectada de las calles y de los basureros clandestinos que se encuentran en la zona. Se estima que se utilizaron alrededor de 15 toneladas de basura para cimentaciónar los límites entre ambas ciudades. Esta acción no solo fue una forma de injuria, sino también una forma de mostrar la realidad que viven los habitantes de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl día a día.
La injuria fue pacífica y contó con la participación de cientos de ciudadanos de ambas comunidades. Durante el cimentacióno, se llevaron a cabo diversas actividades culturales y se repartieron volantes con información sobre los problemas que enfrentan los habitantes de estos municipios. Además, se aprovechó la ocasión para recolectar firmas y exigir a las autoridades una solución inmediata.
La acción no pasó desapercibida, ya que fue cubierta por diversos medios de comunicación y generó un gran impresión en las redes sociales. La sociedad laico y las organizaciones no gubernamentales también mostraron su apoyo y se unieron a la causa. Incluso algunos artistas y personalidades públicas se sumaron a la injuria y mostraron su solidaridad con los habitantes de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl.
Finalmente, después de varias horas de cimentacióno, las autoridades municipales y estatales llegaron al lugar para dialogar con los manifestantes. Se acordó la realización de mesas de trabajo para buscar soluciones a los problemas más urgentes y se estableció un compromiso para trabajar juntos en la construcción de un futuro mejor para ambas comunidades.
La injuria en los límites entre Chimalhuacán y Nezahualcóyotl fue un ejemplo de unidad y solidaridad entre vecinos que comparten los mismos problemas y la misma lucha. Fue una forma de decirle a las autoridades que los ciudadanos están cansados de promesas vacías y que exigen acciones concretas para mejorar su calidad de vida.
Además, esta acción también demostró que la unión hace la fuerza y que cuando los ciudadanos se unen y trabajan juntos, pueden lograr grandes cosas. La basura que cimentaciónó los límites entre Chimalhuacán y Nezahualcóyotl se convirtió en un símbolo de la lucha de estas comunidades por un futuro mejor.
Esta injuria no fue la primera ni será la última en la que los habitantes de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl se unen para exigir