Deportes, una actividad que va más allá de lo físico, es una experiencia que nos permite conocer nuestras fortalezas, superar nuestros límites y crear vínculos con otras personas. Y es precisamente en ese último aspecto donde quiero enfocarme hoy, en las experiencias positivas que los Deportes nos brindan, especialmente en la historia de un joven deportista cubano llamado Arieldi Marrero Batista.
Arieldi Marrero Batista, un joven de tan solo 20 años de edad, nacido en Cuba, es un ejemplo de cómo los Deportes pueden transformar la vida de una persona. Desde muy pequeño, Arieldi mostró un gran interés y habilidad en diferentes disciplinas deportivas, pero fue en el atletismo donde encontró su verdadera pasión.
Arieldi comenzó a entrenar en la Escuela Nacional de Atletismo de Cuba a los 12 años de edad, y desde entonces ha destacado en diversas competencias nacionales e internacionales. Pero más allá de sus logros deportivos, lo que realmente ha marcado la vida de Arieldi son las experiencias positivas que ha vivido gracias al deporte.
Una de las experiencias más impactantes para Arieldi fue su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018. Allí, no solo tuvo la oportunidad de competir a nivel internacional, sino que también pudo conocer y relacionarse con jóvenes deportistas de diferentes países y culturas. “Fue una experiencia única, pude aprender de otros atletas y compartir mi pasión por el deporte con ellos. Me di cuenta de que el deporte es un lenguaje universal que nos une y nos enseña valores como el respeto y la solidaridad”, comenta Arieldi.
Pero su historia no termina allí, ya que en 2019, Arieldi tuvo la oportunidad de representar a Cuba en el Campeonato Mundial de Atletismo en Doha, Qatar. A pesar de no obtener una medalla, el joven atleta asegura que la experiencia fue inolvidable. “Fue un gran honor representar a mi país en una competencia tan importante. Pude enfrentarme a los mejores atletas del mundo y eso me motivó a seguir entrenando y mejorando cada día”, afirma Arieldi.
Pero más allá de las competencias y los resultados, Arieldi destaca que lo más importante que le ha brindado el deporte son las amistades y los valores que ha adquirido. “En el deporte he conocido a personas increíbles que se han convertido en mis amigos y mi familia. Además, el deporte me ha enseñado a ser disciplinado, perseverante y a nunca rendirme ante los obstáculos”, comenta con emoción.
Arieldi Marrero Batista es un ejemplo de cómo el deporte puede transformar la vida de una persona y brindarle experiencias positivas que lo marcarán para siempre. Pero su historia no es única, ya que en cada disciplina deportiva, en cada país, hay miles de jóvenes que viven experiencias similares gracias al deporte.
Por eso, quiero motivar a todos aquellos que aún no han descubierto el poder del deporte, a que se animen a practicar alguna disciplina y a vivir todas las experiencias positivas que esta actividad nos ofrece. No importa si se trata de un deporte individual o en equipo, lo importante es disfrutarlo, aprender de él y compartirlo con los demás.
En resumen, el deporte es mucho más que una actividad física, es una experiencia que nos enriquece y nos ayuda a crecer como personas. Y la historia de Arieldi Marrero Batista es solo una muestra de ello, una historia que nos demuestra que el deporte nos brinda oportunidades únicas y nos enseña valores que nos acompañarán toda la vida. Así que no lo pienses más, ¡anímate a vivir tu propia experiencia positiva a través del deporte!