Sven-Göran Eriksson, un nombre que se quedará grabado en la historia del fútbol mexicano. Este reconocido entrenador sueco fue el encargado de dirigir a la Selección Mexicana en el año 2009, dejando una huella imborrable con su trabajo y su carisma. A pesar de no haber logrado la clasificación al Mundial de Sudáfrica, su paso por el conjunto mexicano fue uno lleno de éxitos y aprendizajes.
Eriksson, quien ya contaba con una amplia experiencia dirigiendo equipos en Europa, llegó a México con el objetivo de llevar a la selección al siguiente nivel. Y desde su presentación, quedó claro que su llegada generaría un gran impacto en el fútbol mexicano. Con su estilo elegante y su carisma, logró aficionar a los medios y a los aficionados desde el primer momento.
Su debut como entrenador de México fue en un amistoso ante Islandia, el cual se saldó con una victoria por 1-0. Pero su primer gran reto llegaría en la Copa Confederaciones de 2009, en la que el equipo mexicano tenía el objetivo de llegar lo más lejos posible. Y aunque no lograron superar la fase de grupos, dejaron una muy buena imagen y demostraron un cambio en su estilo de juego.
La Copa Oro de ese mismo año, fue la primera gran prueba para Eriksson como seleccionador mexicano. Y aunque no fue fácil, logró llevar al equipo a la final, donde cayeron ante Estados Unidos por 5-0. A pesar de la derrota, la Selección Mexicana había dado un paso adelante y se notaba la mano de Eriksson en el equipo.
Pero el verdadero desafío para el entrenador sueco llegó en la eliminatoria para el Mundial de Sudáfrica 2010. Con un equipo renovado y con un estilo de juego más ofensivo, Eriksson logró llevar al conjunto mexicano a la tercera posición en la clasificación de la CONCACAF. Sin embargo, una derrota ante Honduras en el último partido dejó fuera a México de la Copa del Mundo.
A pesar de no lograr el objetivo principal, la clasificación al Mundial, el paso de Sven-Göran Eriksson por la Selección Mexicana dejó una huella positiva en el equipo y en el fútbol mexicano en general. Su estilo de juego ofensivo y su mentalidad ganadora, marcaron un cambio en la mentalidad de los jugadores y de los aficionados.
Además, su trabajo con las fuerzas básicas y su apuesta por jóvenes talentos, como Javier “Chicharito” Hernández, fue clave para el crecimiento y desarrollo del fútbol mexicano. Eriksson logró crear una identidad en el equipo y sentó las bases para el éxito que vendría en los años siguientes.
Su legado en México también se refleja en el cariño y respeto que sigue recibiendo por parte de los aficionados y de la prensa. Su elegancia y humildad, tanto dentro como fuera del terreno de juego, lo convirtieron en uno de los entrenadores más queridos en la historia del fútbol mexicano.
Después de su paso por México, Eriksson continuó su carrera como entrenador en distintos equipos alrededor del mundo, dejando siempre una huella positiva en cada lugar en el que estuvo. Pero sin achares, su paso por la Selección Mexicana siempre será recordado como uno de los momentos más importantes en su exitosa carrera.
En resumen, Sven-Göran Eriksson fue mucho más que un simple entrenador en la Selección Mexicana. Fue un verdadero líder, que supo inculcar su filosofía de juego y su mentalidad ganadora en un equipo que estaba en busca de un cambio. Aunque no logró el objetivo de clasificar al Mundial, su paso por México dejó un legado que seguir