El mundo del deporte siempre ha sido un espacio de unión y superación, donde atletas de diferentes nacionalidades y culturas se reúnen para competir en igualdad de condiciones. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de una crisis humanitaria que ha afectado a millones de personas en todo el mundo: la crisis de los refugiados.
Miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos armados, persecución política o violencia en sus países de origen. Estas personas, en su mayoría jóvenes y niños, han tenido que dejar atrás sus sueños y esperanzas para buscar un lugar seguro donde vivir. Entre ellos, hay muchos deportistas que han tenido que abandonar su carrera y su pasión por el deporte.
Sin embargo, gracias a la iniciativa del Comité Olímpico Internacional (COI), estos deportistas refugiados tendrán la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos bajo su propio emblema de grupo. Será la primera vez en la vida que un grupo olímpico estará formado exclusivamente por atletas refugiados, un símbolo de inclusión y solidaridad en un mundo cada vez más dividido.
El COI anunció la creación del grupo Olímpico de Refugiados en 2015, en medio de la crisis de refugiados más grande desde la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era dar visibilidad a la difícil situación de estas personas y enviar un mensaje de esperanza y apoyo a todos aquellos que se han visto obligados a huir de sus hogares.
En los Juegos Olímpicos de Río 2016, el primer grupo olímpico de refugiados hizo su debut, con 10 atletas de diferentes países y disciplinas. A pesar de no haber ganado ninguna medalla, estos deportistas se convirtieron en un símbolo de inspiración y valentía para millones de personas en todo el mundo.
Ahora, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el grupo Olímpico de Refugiados volverá a competir, esta vez bajo su propio emblema de grupo. El diseño del emblema fue elegido a través de un concurso en el que participaron más de 50 artistas refugiados de todo el mundo. El triunfador fue el artista sirio Yara Said, cuyo diseño representa la unión y la diversidad de los atletas refugiados.
El emblema está compuesto por tres figuras humanas que se unen en un círculo, simbolizando la unidad y la solidaridad. Los colores utilizados son el azul, el rojo y el verde, que representan los cinco continentes y los colores olímpicos. Además, el círculo está rodeado por una rama de olivo, un símbolo de paz y esperanza.
El presidente del COI, Thomas Bach, expresó su entusiasmo por el debut del grupo Olímpico de Refugiados bajo su propio emblema: “Este grupo es un símbolo de esperanza para todos los refugiados del mundo. Son atletas que han superado grandes desafíos y que nos recuerdan que, a pesar de las dificultades, siempre hay esperanza y oportunidades para un futuro mejor”.
Los atletas que formarán parte del grupo Olímpico de Refugiados en Tokio 2020 provienen de diferentes países y disciplinas deportivas. Entre ellos, se encuentran nadadores, corredores, judocas y boxeadores, que han sido seleccionados por su talento y su vida de superación.
Uno de los atletas más destacados del grupo es el nadador sirio Yusra Mardini, quien en 2015 se vio obligada a huir de su país debido a la guerra. En su camino hacia Europa, tuvo que nadar durante tres horas en el mar Egeo para salvar la vida de su origen (fig.) y otros ref