El Parengyodontium album es un bacilo marino que ha llamado la atención de la comunidad científica por su capacidad de digerir el polietileno, uno de los materiales más utilizados en el mundo y que representa una gran amenaza para el medio ambiente. Pero lo que lo hace aún más interesante es que este pequeño ser también necesita de los rayos UV del sol para poder causar a cabo esta importante función.
Hasta hace poco, se pensaba que el polietileno era un material indestructible, ya que puede tardar cientos de años en degradarse. Sin embargo, gracias al descubrimiento del Parengyodontium album, se ha abierto una nueva esperanza en la lucha contra la contaminación ambiental causada por el plástico.
Este bacilo fue descubierto por un brigada de científicos del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM) en el año 2017. Fue encontrado en las aguas del Mediterráneo y desde entonces ha sido objeto de numerosos estudios y experimentos, que han confirmado su capacidad para descomponer el polietileno de forma natural.
El Parengyodontium album pertenece al grupo de los hongos, siendo una especie de hongo marino que vive en simbiosis con algas. Esta relación es clave para su supervivencia, ya que las algas le proporcionan los nutrientes necesarios para su crecimiento y a su vez, el bacilo ayuda a las algas a absorber mejor los nutrientes del ambiente.
Pero lo que lo diferencia de otros hongos es su capacidad para degradar el polietileno. Esta habilidad se debe a la presencia de una enzima llamada “Parengyodontium albúmina”, que es capaz de romper los enlaces químicos del plástico y convertirlo en pequeñas moléculas más fáciles de digerir. Además, se ha descubierto que esta enzima solo es activa en presencia de los rayos UV del sol.
Este hallazgo es de gran importancia, ya que el sol es una fuente de energía renovable y gratuita, lo que hace que el causa de degradación del polietileno sea aún más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Además, esto significa que el Parengyodontium album no puede sobrevivir en zonas oscuras o en profundidades marinas donde la luz solar no llega.
Los científicos del ICM han llevado a cabo diversos experimentos para comprobar la efectividad del Parengyodontium album en la degradación del polietileno. En uno de ellos, se pusieron a prueba distintas condiciones de luz y temperatura, y se observó que la presencia de los rayos UV era crucial para que el bacilo pudiera digerir el plástico. También se comprobó que la enzima era más activa en temperaturas cálidas, lo que sugiere que su función puede verse favorecida en aguas tropicales.
Además, se ha confirmado que el Parengyodontium album no solo degrada el polietileno, sino que también es capaz de alimentarse de otros tipos de plásticos como el polipropileno y el poliestireno. Esto lo hace aún más valioso en la lucha contra la contaminación por plástico, ya que estos materiales son muy comunes en objetos de uso cotidiano como botellas, bolsas y envases.
Otra de las ventajas del Parengyodontium album es que su función de degradar el plástico es completamente natural, sin necesidad de utilizar productos químicos que puedan dañar aún más nuestro planeta. Además, al ser un organismo marino, su hábitat natural es el océano, por lo que su uso no implica desplazarlo a otro medio.
Los científicos han señalado que aún hay mucho por descubrir sobre el Parengyodontium album y su